miércoles, 8 de febrero de 2012

Entre el superbowl y la política.

Este año las redes sociales se llenaron de superbowl. Toda una estrategia mercadológica fue implementada para disfrutar del partido donde, NY y NE se disputaban el codiciado Vince Lombardi.

Así, los comerciales transmitidos durante el partido fueron tuiteados una y otra vez, los periodistas asignados a cubrir el evento compartían su experiencia con fotos del estadio, sentir, apoyo al equipo de su preferencia, etc., mientras que un simple espectador podía seguir todo alrededor del partido utilizando un simple hashtag de búsqueda #SB.

Es bien sabido el gran potencial que tiene el superbowl en cuanto a ganancias generadas, los millones que cuestan 30 segundos para anunciarse entre cada jugada o en la pausa de los 2 minutos, este año estoy segura que las redes sociales aumentaron esa ganancia sólo por compartir un link que llevara al tema.

Los números, las métricas hablan por sí solas. Éxito rotundo. No hay duda, las redes sociales han hecho de casi cualquier situación un boom mediático. Lo mismo con el deporte o con alguna metida de pata de algún político.

Qué tanto llegan a influenciar nuestra vida el uso de ellas? Por lo pronto en nuestro país estamos por averiguarlo. Los próximos meses corroboraremos si los tuits permanecen o se olvidan fácilmente. Lejos de la sorna electoral, hasta dónde lograrán influir la decisión de una persona a inclinar su balanza para decidirse a votar por este o aquel? Los tuits traerán a la memoria los errores y acierto del pasado de nuestros candidatos o sólo continuarán siendo la astilla del momento?

Así como en el caso del superbowl, se generará un éxito rotundo para aquel que de las redes sociales sepa manejar a la audiencia, genere contenido provechosos y que él o su Community Manager no le hagan quedar en ridículo. Que sus post vayan más allá del yo digo, yo propongo.

Nuestro trabajo como lectores será leer entre líneas a quien publica. No solo de burlas constantes y quejas se puede hacer notar a un candidato. Eso sí, de la presión socialmedia podremos ver de qué cueros salen más correas.

Aprovechemos el poder que las redes sociales nos regalan. Seamos listos y no sólo nos dejemos llevar por la corriente. 140 caracteres serán la delgada línea entre el bien y el mal.
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