sábado, 27 de febrero de 2010

Una por la Cofradía Latina

Uno suele pensar que las cosas no pueden estar pero para otras personas. Anoche la gripa hizo de las suyas en mi cuerpo. Dramatizando las cosas, uno busca ser consentido por todos sus seres queridos, apapachos por aquí y por allá; una cena caliente, vaya todo al pie de la cama disponible para olvidarse por un momento de la enfermedad.

Y todo cambia cuando un sonido familiar me despierta esta mañana anunciando un revuelo en el mundo. Chile ha sido azotado por un terremoto. El sistema de noticias me invita a despabilarme y sintonizar el noticiero lo más pronto posible. Acá ya son las diez de la mañana; siete horas de miedo, de inseguridad, de incertidumbre han transcurrido desde entonces. Pero eso no es todo, una alerta de tsunami ha puesto en acción a todos los países cuyas playas son besadas por el océano pacífico, incluyendo al mío.

Los titulares comienzan a aparecer y me sorprende que, después de casi ocho horas, sólo se hayan reportado 122 muertes. Obvio, después de Haití, esperaba una cifra escandalosa de decesos. Luego, la secretaria de Salud de Chile, la presidenta, el presidente electo, en fin. El cuerpo de gobierno comienza a movilizarse, tratan de no asustar más a la gente y a mí me contagian su calma.

La tecnología ha jugado un papel importante en el desarrollo de las últimas noticias. Tanto el Twitter como el Facebook han servido para que las comunicaciones se reestablezcan. En ese momento Krisna llega a mi mente. No la conozco aún pero el blog ha unido letras y sentimientos hacia esta mujer chilena.

El Facebook habla por ella, se encuentra bien así como su familia. Los noticieros van dando esperanza para los que observamos desde acá y que de una u otra forma nos encontramos partícipes del desastre.

Nuevamente el mundo posa los ojos sobre sudamérica, primero Haití que aún no deja de doler y hoy es el turno de Chile. La suerte de ambos países es muy diferente. Sin embargo, el corazón del mundo no tiene preferencias y, estoy segura, no se olvida de ninguno.

Ánimo, mi querida cófrade. Desde este blog te envío un gran abrazo.

martes, 16 de febrero de 2010

Baby Boom!

La llegada de un nuevo miembro a la familia es una gran bendición. Empiezan los preparativos, se corre la buena noticia, se seleccionan los probables nombres y empiezan las discusiones campales por ver quién será el ganador ah, eso sin mencionar las apuestas por adivinar el sexo del pequeño bultito en formación.

Y bueno, qué decir de los sobrinos postizos, aquellos a los que uno adopta por puritito amor a sus progenitores. En mi caso, puedo decirle que me he llenado de sobrinos prestados al por mayor. Que en lugar de tía voy a ser directora de un kinder en un par de años y que me he estado rompiendo la cabeza por hacerles a cada uno un regalo especial... creo que ya lo encontré: qué más les puedo dar que todo mi cariño aunque los vea una vez al año, o en su defecto, en fotos o web cam.

Eso sí, la vida me ha dado la oportunidad de ser cómplice en los tejes y manejes de mis amores en cuanto a la planeación de sus herederos y créame, ahora que se llega la hora de descifrar el ultrasonido, de recibir las vibras del más allá y de aventar la moneda al aire, no he acertado en ninguna de las apuestas, es decir. Yo digo azul y me resultan con rosa. En fin, lo mejor está por venir.

Ya dejé atrás los tiempos de las bodas, las despedidas de solteras, etc. Hoy por hoy estoy concentrada en las nuevas de gestación de aquellas que me rodean y cada pequeño detalle se vuelve una gran sonrisa en mi rostro.

Ahora sí, a aprenderme de nueva cuenta las canciones infantiles, a llenarles de mimos a más no poder, a hecharlos a perder cuando esté cerca de ellos que ya tendrán sus padres tiempo para corregir lo que yo descomponga.

Voy a ser tía! Y ya soy tía de otras tantas!... Los bebés son tóxicos... pero qué mejor manera de morir envenenada que riendo con ellos!