martes, 29 de enero de 2008

The Lion King


La fecha era especial, un reencuentro era el pretexto para celebrar. De tarde a tarde la fiesta continuaba. Este año los planes no resultaron como pensamos. Entre trabajos y demás, las vacaciones tuvieron que esperar hasta nuevo aviso. Aún así, la emoción no disminuyó, nuevas ideas asomaron a la puerta.

En esta ocasión el escenario del auditorio nacional cerró con broche de oro el marco de nuestra celebración, de nuestro día.

Llegamos alrededor de las 7:30 pm. El evento estaba programado para las 8:30, teníamos el tiempo suficiente para visitar todos los stands dentro del lugar y tomar algo. Lo primero que saltó a mi vista fueron unos trazos asemejando a un felino dibujados en la cara de un señor. La pequeña Pily que llevo dentro de mí, despertó de su aletargamiento y brincó de alegría. Imediatamente busqué con la mirada el lugar donde, definitivamente, adquiriría mis rayas.

El amor que tengo es maravilloso, miren que a nuestros veintitantos seguimos teniendo alma de niños y disfrutamos de tanta cosa como verdaderos enanos. Hace un año la celebración fue un jueves en la noche en el Papalote. Toques, boligomas, dibujos, etc. hicieron de nuestra noche de "mayores" una de las mejores vivencias que hemos tenido... Ya les platicaré qué tanto se diverte uno por allá. Bueno, si es que uds no lo han disfrutado en carne propia.

En fin, después de dar vueltas y vueltas, una larga fila me indicó el camino hacia las rayas. Yo con el espíritu a flor de piel, me decidí por ser felina. Tenía la opción de parecerme a "Scar"; ser una villana no iba conmigo, al menos no ese día.

Como siempre, y por andarme cumpliendo caprichitos, la tercera llamada se oyó en el sonido local. Corriendo subimos las escaleras y para colmo, la puerta por donde debíamos entrar estaba repleta de gente. No cabe duda que la ley de Murphy, y mis caprichos jeje, nos juegan malas pasadas de repente.

Las luces se apagaron, la gente aplaudió emocionada. De pronto se escucharon las primeras notas de "The circle of life". Jirafas, elefantes, marionetas simulando gacelas, aves, entraban por todos lados del escenario, se abrían paso entre la gente. Verdaderamente emocionante. Poco a poco iban tomando su lugar en lo que sería la presentación ante la pradera del pequeño Simba. Mi piel se erizaba a cada sonido del tambor, los acordes de la canción, la magia de sentirme dentro del momento, de la escena llenaron mis ojos de lágrimas. Y apenas era el preludio. El musical prometía mejorar y lo hizo.


El tiempo transcurría. Escena tras escena, el escenario dió vida a la sabana africana. Los maquillajes y los vestuarios, así como el juego de marionetas y máscaras cimbraban el lugar con su majestuosidad. Las voces, increíbles... Méndigos gringos... eso si es arte... y ellos que se conforman con ser artistas en American Idol.

Nuestros lugares eran en primer piso. En verdad, vale la pena estar adelante. Nosotros disfrutamos la vista aérea y aún así fue espectacular, los detalles los gozamos en las pantallas laterales. Nuestros sentidos extasiados disfrutaron de poco más de dos horas de un excelente musical. ¿Qué más podía pedir? El espectáculo excelente, la compañía inigualable y el sentimiento.... bueno, ese sigue por la eternidad.


martes, 22 de enero de 2008

Canal 11, vientos ¿a favor?

¡Calcetín con rombos, man! tu ru ru ruru!, ¡Calcetín con rombos man, tu ru ru ruru!... Así, con ese particular saludo, un calcetín con rombos aparece a cuadro y nos dá el reporte del día. Se despide, cortinilla y volvemos al estudio donde una marioneta llamada Tulio es el titular del noticiario chileno 31 minutos.

Este y otros programas infantiles como El diván de Valentina, las caricaturas del bloque de Bizbirije, la Bruja Desastroza y más, son parte de la barra de niños de Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, el cual durante los últimos años ha sobresalido en los medios de comunicación por los galardones obtenidos como el premio nacional de periodismo, el premio a los mejores contenidos en televisión y el premio Prix Jeunesse Iberoamericano 2005 por su barra infantil.

Ayer, Canal 11 recibe el año con un nuevo cambio, el cual, espero siga siendo beneficioso para la audiencia y el propio.

El cineasta Fernando Sariñana, tomó posesión de la dirección del canal cultural del Politécnico ayer al filo de las 8:30 de la mañana en sustitución de Julio di Bella quién duró al frente de la estación 7 años.

Sariñana, director de películas como Hasta Morir, Amarte Duele y Niñas Mal, enfrenta el reto de llevar más allá la televisión cultural que ha venido forjando el canal así como mantener la calidad educativa que sus programas ofrecen al espectador.

...Y a juzgar por sus películas, espero que no saque a María Roiz para poner a su hija Ximena a cantar a las 6 pm... (que bueno, si he de ser honesta, su retoño no lo hace tan mal pero, con su constante aparición en cada proyecto de su señor padre, seguramente un programa especial sí le darán).

jueves, 10 de enero de 2008

Solórzano en la Red

Resulta que una vez más era hora de ir a la cama. Hacía frío como en las últimas noches citadinas y mi cuerpo pedía calor más no sueño. Morfeo me hacía ojitos, yo volteaba la mirada.

La televisión se volvió mi aliada,mi cómplice. Estaba decidida a explotar mi mensualidad con el servicio de cable que tengo. Hoy si, hasta que digan mis ojos basta o el cuerpo no aguante. Otra noche de insomnio amenazaba con presentarse.

Por fin, encontré un programa para no pensar. La familia amarilla que por años se transmite comenzaba a transmitir un capítulo más. A los 10 minutos mi mente requería de algo nuevo, innovador, algo que me dejara más que unas risas huecas. La respuesta se encontraba a unos cuantos clicks de distancia.

Javier Solórzano se hace presente nuevamente en la televisión abierta después de su paso por el canal del congreso. Nuevamente podemos ver periodismo serio, comprometido.

Como siempre, una excelente decisión. Su programa presenta reportajes y lo complementa con una mesa de discusión; en esta ocasión se habló de la cultura de la adopción en nuestro país. Algo que me sorprendió enormemente fueron las preferencias de edad entre mexicanos y extranjeros.

Durante el reportaje, una de las entrevistadas decía que el mexicano que se decide por la adopción pide un niño sano, fuerte, vaya sin ningún tipo de problema y el requisito más importante: que sea un recién nacido. En cambio, el extranjero llámese estadounidense, europeo la edad y las características físicas del pequeño es algo que no les preocupa. Gracias a ellos los niños con capacidades especiales se han colocado en familias amorosas. Se mencionaba que los europeos han adoptado niños de hasta 13 años de edad.

¡Qué falta hace una cultura de adopción en nuestro país! Y no sólo por los infantes. La tramitología también es algo que no permite que miles de niños puedan ser criados en un hogar, en el seno de una familia.

En fin, creo que ese será tema de otro post. Esta vez no es una película, no es un documental, hoy les invito a sintonizar a los miércoles a la medianoche a Solórzano, donde la cultura también se ve, en el 22.

viernes, 4 de enero de 2008

Mi pluma


"La palabra (...) tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier espada de dos filos; penetra hasta lo más íntimo de la persona, y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón". Heb. 4:12

Hablar, escribir, leer, escuchar y ser escuchado... Todas ellas unidas por letras, sílabas, ritmos y rimas. Una conjugación perfecta cuyo autor va moldeando y puliendo hasta sentirse satisfecho con su trabajo. Hasta que sea un reflejo de su inherente ser.

La palabra no es sólo un significante y un significado. Es un portal donde el hombre/espíritu puede sentirse débil o volverse inmortal, donde una hormiga cobra vida propia y se torna una metáfora en la vida de aquel que mira una y otra vez el reloj luchando contra su rutinaria vida.

La palabra viene de boca, mente, corazón y mano. De cada uno de ellos, una propia interpretación.

Mi vida será hecha palabra, una voz impresa en una tilde. Mi ser se encuentra completo, nada me detendrá.

Hoy a mis palabras las conjugaré con la tinta de mi pluma. Ella será la portadora de mis ideas y la encargada de que permanezcan. Ser indeleble en el tiempo, el espacio, comenzando por el papel.