miércoles, 26 de septiembre de 2012

El tibet y yo

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de asistir al 2do encuentro Maya Tibetano que tuvo lugar en Hacienda Tres Ríos. Fue una experiencia maravillosa. Acercarme al budismo y encontrar mi alma maya fue realmente impactante.

Todo comenzó con una ceremonia en la playa donde se recibió al grupo de monjes tibetanos, quienes viajaban a bordo de una canoa, siendo recogidos por representantes de una pequeña comunidad maya yucateca.

Allí, la bendición del abuelo y una ofrenda fueron el regalo que los monjes recibieron al pisar la arena.

Después hubo una ceremonia donde se daba paso a la formación del mandala, que es un tapete hecho de arena de mármol entintada, estuvo dedicado a la paz y la armonía.

Los monjes se posaron sobre una mesa y allí con compás en mano, reglas y lazos calados comenzaron a trazar las figuras geométricas que servirían de base, para después ser rellenadas con las coloridas arenas.

No es un trabajo fácil, cada cuadro debe ser llenado con arena de un color particular pero también debe tener cierto relieve el cual se obtiene al hacer "montañitas" de la misma. Mucho cálculo y mucha precisión, paciencia y sobretodo desapego, ya que los monjes trabajaban en el mandala durante varias horas de pie y realmente concentrados en su labor.

Por supuesto hubo conferencias, actividades extras tanto de origen maya como de origen tibetano. Entre ellas hubo un temazcal dirigido por una chamana maya, una puja (que es una serie de oraciones poderosas para pedir o dedicarlas a un fin particular), una presentación de danzas de las dos culturas, entre otras.

Y si acaso se pregunta, como me lo dijo un amigo, en qué diablos se parecen estas dos culturas, empecemos con la reencarnación. Finalmente no se trata de elaborar una tabla de comparativos ideológicos/teológicos sino de aprender de cada una de ellas y encontrar al final del himno blanco el camino mejor trazado para nuestra vida.

Para mi, el aprendizaje vino con las conferencias y las pujas. De entrada escuché a Tony Karam, fundador de Casa Tíbet México, quien nos habló del origen del budhadharma (budismo) y de la filosofía que persigue.

La fugacidad de la vida y el apego fueron puntos en los cuales encontré mi cabeza descalabrada. No cabe duda que uno resulta demasiado visceral en ocasiones y eso es realmente lo que nos produce dolor a nuestra existencia. "Entre más apego, más dolor", ahí les encargo.

Y no fue un evento al puro estilo coco wash ni regresé con la cara pintada de alegría por haber encontrado el hilo negro de mi existencia. Puedo decir que me he quedado sorprendida al ver que uno es el que hace de esta vida la cosa más complicada del mundo sin tener que ser así y todo eso se sintió en el momento en que los monjes deshacían el mándala.

¿Por qué nos encanta el dolor? ¿Por qué nos encanta ser drama queens si podemos seguir adelante sin darle tanta importancia a aquello que nos detiene? Todo es cuestión de enfoque, de liberación, de ser y aprender a vivir.

Participé de los rituales budistas, me ví en medio de un salón esperando cantos/oraciones en sánscrito de cuyo significado siempre ignoraré, pero eso sí, puedo tener la certeza que fue la oración más poderosa y cargada de energía positiva que me hayan dedicado. Bueno, eso prometió "Lovesang", el monje encargado de darme mi puja.

También regresé al seno materno de adobe y ladrillo llamado temazcal, bendije a mis ancestros, agradecí a mis abuelitas y sudé a mares ofreciendo mis pesares y alegrías a los dioses mayas presentes en esa ceremonia mientras la ruda, el romero, la manzanilla y demás hierbas purificaban mi cuerpo exterior.

Aprendí que debo dar paso a mi voz, no a los dichos de mi abuela, de mi madre, no a asemejar mis palabras al las de los demás. Debe sonar mi voz y eso, cuesta mucho trabajo.

Y si de hacer sonar mi voz se trata, tal vez esto no sea lo más indicado, pero estoy segura que es un buen inicio. Es por ello la existencia de este blog.

Tarea para mejorar mi vida tengo y mucha. Ganas de hacerlo también. Así qué, con permiso, mi voz y yo vamos a trabajar.

Gracias por compartir.



jueves, 10 de mayo de 2012

Desierto de los Leones

Hacía años que no visitaba el lugar. Me encantaba, recuerdo que casi cada domingo era el sitio elegido para la caminata.

Mis padres, como buenos alpinistas, les encantaba procurarnos experiencias que pudieran fomentarnos el amor a la naturaleza y el respeto del medio ambiente. Así, cada semana hacíamos caminata ya fuera en Cruz Blanca o en el Desierto de los Leones.

Los años pasaron y las visitas a ese lugar cesaron, mis recuerdos también acallaron.

Y por alguna razón que aún no logro descifrar, el domingo volví al sitio de mi niñez y (re)conocí el Ex Convento.

Al llegar al lugar me invitaron a pagar 10.50 pesos como cuota de recuperación. Mi acompañante y yo nos acercábamos hacia la entrada cuando vimos a un hombre ataviado con vestiduras de la orden de los carmelitas descalzos caminar hacia nosotros.

El hombre invitó a un grupo de personas presentes a acompañarlo en la visita guiada que iniciaría en unos minutos. Así fue como nosotros decidimos incorporarnos al grupo.

Al reunirnos ante el portal del ex convento, la voz del hombre pareció tomar un tono de voz y un vocabulario diferente. Tal pareciera que hablaba una persona de otro tiempo, o que de plano, este hombre se tomaba su papel de guía demasiado en serio.

Poco a poco recorrimos el lugar. Aprendimos de las costumbres de la orden de los carmelitas y el por qué de las ermitas apostadas en los alrededores del convento.

La habitación del silencio fue el último punto del recorrido. Allí nuestro guía explicaba cuál era la función de ese lugar y terminó con un canto gregoriano a modo de bendición hacia nuestro grupo.

Al finalizar, su tono de voz y su habla lo volvían a colocar en nuestros días, develándonos su verdadera identidad al explicarnos que habíamos sido parte de una representación teatral. Su trabajo, decía, era hacernos partícipes de una puesta en escena, trasladándonos hasta el México de 1700 y lo que significaba pisar por primera vez el entonces convento de los leones.

Fue una muy grata experiencia formar parte del proyecto teatral, además de darle una nueva identidad a este lugar que ha sido motivo de recuerdos de muchas generaciones.

Vale la pena retomar el camino hacia el Desierto de los Leones, disfrutar de la naturaleza, enseñar a nuestra familia a practicar el eco turismo y a conocer uno de los parques más bonitos que la gran urbe ofrece.

Los invito a pasear por Cuajimalpa, comerse una quesadilla en La venta y seguir su camino hasta donde los carmelitas dedicaban sus días a la oración.

lunes, 30 de abril de 2012

Día del niño... Una de travesuras

Hoy se celebra el día del niño. A menudo este tipo de fiestas me ponen de humor grinch, sin embargo hoy he recordado tantas cosas de mi infancia que podría decir con seguridad estoy contenta.

Para empezar las noches de vacaciones, cuando los chiquillos de la cuadra nos quedábamos jugando hasta tarde con los mayores, sintiéndonos "grandes" por violar los horarios establecidos de nuestros padres.

O que tal aquella vez cuando decidimos que diario desayunaríamos en una casa diferente nomas porque sí. Recuerdo los hot cakes y los tacos de pollo. Eso sí, creo que nuestras madres se dieron por enteradas cuando les tocó limpiar el desorden. ¡Qué días aquellos!

Si bien es cierto que esos momentos han quedado atrás y que sólo nos hacen esbozar una sonrisa en nuestro rostro, hoy conservo esa facilidad para reír y que espero nunca perder, tampoco he dejado de sorprenderme y mucho menos pues sigo aprendiendo.

Para mí ser niño es ser feliz en toda manera posible, no sólo hacer memoria de aquellos días sino buscarlos al presente.

Hoy solo fue un pretexto para escribir. Mi niña interior se divierte día a día y me festeja con un chorrito de felicidad a diario.

jueves, 26 de abril de 2012

En busca de la felicidad

No está usted para saberlo pero mi vida se ve envuelta en los brazos de la burocracia.

Hoy nuevamente he intentado soltarme de ella, buscando no sólo soltarme sino respirar de nuevo, quitarme de encima su pesada holgazanería.

Pero es tan grande su flojera, tan corta su visión y tan cerrada su forma de interactuar, de moverse que Jabba the Hutt se queda corto.

Es triste reconocer que en nuestro país las oficinas gubernamentales se rigen por el "no hay, no se puede". No he conocido, hasta el día de hoy, funcionario público capaz de resolver un problema, de ofrecer una respuesta que ayude a encontrar una nueva opción o simplemente sea un sí. Tal pareciera que el contrato de trabajo dijera: como función principal responda con un rotundo No.

Se que algunas cosas son realmente imposibles de solucionar pero ¿Por qué tener esa actitud? ¿Dónde queda la actitud de servicio? Tan fácil que sería llegar a un acuerdo, conciliar.

La búsqueda de la felicidad entonces se vuelve utopía ante estas instituciones. Tal pareciera que no hay modo de moverse dentro del sistema pues siempre habrá un NO como respuesta. ¿De qué sirve entonces pertenecer a la función pública si se busca, desde abajo, mejorar en cualquier aspecto?

Hasta hoy sigo buscando el hilo negro, y lo único que encuentro es miles de puertas para tocar, lo malo es que todas están cerradas por que es la hora del café.

lunes, 23 de abril de 2012

Día del libro

Para hablar de lectores, libros y lecturas nos pintamos solos. Dudo mucho que haya alguna persona que desconozca el significado de un libro. Por lo menos una noción de ello ha de tener.

Ser lector no solo nos coloca dentro del grupo de personas quienes tenemos el hábito de comprar revistas del corazón, cómics, periódicos, semanales, o en su forma electrónica, etc. aquellas publicaciones que contengan textos, globos de conversación etc. El acto de leer comienza desde juntar vocales y consonantes, desde identificar una imagen y darle un significado.

Así es como todos en algún momento hemos estados involucrados en el maravilloso acto de leer.

Y a esa magia se une la imaginación. Poderosa herramienta del ser humano que nos permite transportarnos a los rincones más oscuros de nuestra memoria, infundirnos un miedo nunca antes sentido, que sólo al cerrar con fuerza las cubiertas de ese libro y meterlo un par de horas al congelador, es que podemos calmar los sobresaltos producidos a nuestro sistema nervioso gracia al thriller psicológico.

La magia de la lectura ocurre una y otra vez en el cambio de página, en un nuevo personaje, en colores y trazos aparentemente sin sentido.

En los libros uno puede encontrar a su némesis, descifrar los misterios de la vida y proponer nuevos caminos a la ciencia, encontrar el hilo negro a nuestra existencia y reírse a carcajada limpia de cualquier tontería gala, espacial o de policías y ladrones.

Autores, libros y géneros hay muchos. El error más grande es dejarse intimidar por ellos y aún más por el qué dirán.

No hay elección correcta o incorrecta. Esa la descubriremos al paso que vamos adentrándonos en las páginas del libro.

Si acaso el miedo se hiciera presente, recuerde esto: el libro no lo escoge usted, el libro lo escoge a uno.

Anímese, cual receta de la abuela, estoy segura que le encantará.

miércoles, 4 de abril de 2012

Tiíta

Mi corazón no puede hacer otra cosa que irse despidiendo de ti poco a poco. Mi memoria se aferra a todos los recuerdos, a tu tono de voz, a tu alegría, a tu sonrisa y nobleza.

Queriendo enumerar aquellos momentos viene a mi memoria aquel día en el camellón cercano a casa de mis abuelos donde jugábamos con las bicicletas y yo terminé en el suelo gracias a una piedrita que se nos cruzó en el camino.

Luego recuerdo los días de travesura junto a mis primos cuando mi tío venia a casa a visitarte durante sus días de noviazgo y las risas de nosotros tras la puerta tratando de no ser descubiertos mientras ustedes intercambiaban miradas enamoradas.

El día de tu boda tu hermano me regañó al encontrarme en la cocina brindando por tu felicidad. La verdad es que solo jugaba pero mi tío tenía sus cinco minutos de nervios y mis bromas no le parecieron. Aún así celebramos y la sonrisa de tu cara no la borraba nada.

Los días que pasé en tu casa durante mis vacaciones eran divertidas pues te encargabas de hacernos reír a mi hermana y a mí consintiéndonos de lo lindo. Realmente voy a extrañar tu compañía, las veces que veíamos novelas tiradas en la sala y tus fabulosas salsas. No he probado una parecida. De verdad te llevaste el secreto y el sazón.

Te agradezco tus palabras cuando anduve cabizbaja, tu risa que llenaba de luz a quienes te rodeaban, tu abrazo, y la sinceridad de tus palabras que llegaban a lo más hondo del alma.

Tía de mi corazón, tiíta linda. Ya cerraste tus ojos, duerme tranquila que habrá un mañana y nos volveremos a ver.

Te quiero.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Entre el superbowl y la política.

Este año las redes sociales se llenaron de superbowl. Toda una estrategia mercadológica fue implementada para disfrutar del partido donde, NY y NE se disputaban el codiciado Vince Lombardi.

Así, los comerciales transmitidos durante el partido fueron tuiteados una y otra vez, los periodistas asignados a cubrir el evento compartían su experiencia con fotos del estadio, sentir, apoyo al equipo de su preferencia, etc., mientras que un simple espectador podía seguir todo alrededor del partido utilizando un simple hashtag de búsqueda #SB.

Es bien sabido el gran potencial que tiene el superbowl en cuanto a ganancias generadas, los millones que cuestan 30 segundos para anunciarse entre cada jugada o en la pausa de los 2 minutos, este año estoy segura que las redes sociales aumentaron esa ganancia sólo por compartir un link que llevara al tema.

Los números, las métricas hablan por sí solas. Éxito rotundo. No hay duda, las redes sociales han hecho de casi cualquier situación un boom mediático. Lo mismo con el deporte o con alguna metida de pata de algún político.

Qué tanto llegan a influenciar nuestra vida el uso de ellas? Por lo pronto en nuestro país estamos por averiguarlo. Los próximos meses corroboraremos si los tuits permanecen o se olvidan fácilmente. Lejos de la sorna electoral, hasta dónde lograrán influir la decisión de una persona a inclinar su balanza para decidirse a votar por este o aquel? Los tuits traerán a la memoria los errores y acierto del pasado de nuestros candidatos o sólo continuarán siendo la astilla del momento?

Así como en el caso del superbowl, se generará un éxito rotundo para aquel que de las redes sociales sepa manejar a la audiencia, genere contenido provechosos y que él o su Community Manager no le hagan quedar en ridículo. Que sus post vayan más allá del yo digo, yo propongo.

Nuestro trabajo como lectores será leer entre líneas a quien publica. No solo de burlas constantes y quejas se puede hacer notar a un candidato. Eso sí, de la presión socialmedia podremos ver de qué cueros salen más correas.

Aprovechemos el poder que las redes sociales nos regalan. Seamos listos y no sólo nos dejemos llevar por la corriente. 140 caracteres serán la delgada línea entre el bien y el mal.
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lunes, 30 de enero de 2012

Debí estudiar Sociología

Ayer por primera vez en mi vida tuve la oportunidad de disfrutar un partido de fútbol en el Estadio Olímpico Universitario. Fue un tache a mi bucket list y una experiencia que, como universitaria, debí haber realizado desde hace mucho tiempo atrás.

En fin, no les contaré del estadio ni del partido ni de tanta peladez que mi lengua soltó al ver el desempeño de mi equipo en la cancha, vaya ese empate no lo veía venir.

Hoy les contaré que yo, como dice el dicho, hago como los romanos en Roma. Sí, así es. Soy de las personas que piensa se debe actuar según las circunstancias, el lugar que visites, la gente con que te mezclas.

Me adapto al momento y que me encanta participar del jolgorio colectivo. Si el plan es andar de mochilazo, yo saco el pan y las latas de atún para la supervivencia y si dicen ópera me documento y aprendo de Puccini y demás. Eso, según entiendo es hacer Sociología.

Y no sólo participar del colectivo, también la observación participante y no participante forman parte de la Sociología. Si esta es mi impresión, es gracias a Ajna, mi Socióloga de cabecera.

Por ella comprendí que el objeto de estudio es el ser humano y su relación con su medio, con la sociedad, en un momento y espacio. Entendí que, al anotar en su pequeña libreta la dirección de una pulcata en pleno corazón del centro histórico, no era para saciar su sed ni la celebración de una bacanal, al contrario, era hacer Sociología mezclándose con el entorno, conocer de la gente que acude a esos lugares, entender la preferencia de las mismas por los curados de guayaba y por qué no, agradecer a los ancestros el aguamiel de los dioses.

Ayer, al verme inmersa en el ambiente futbolístico y siendo partícipe del mismo, entendí a lo que Ajna se refería y pensé, debí estudiar Sociología... En realidad creo que pude haber hecho muchas cosas.
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lunes, 23 de enero de 2012

Año nuevo, vida nueva.

El primer mes del año agota sus días, los propósitos ya no tienen la misma fuerza que minutos antes de la cuenta regresiva, sin embargo si de renovar energías se trata, el año nuevo chino llega como recordatorio de que Todo lo podemos.

La criatura mítica del Dragón, su fuerza, su valentía, la garra que todos llevamos dentro (por más endebles que parezcamos) se ve reflejada en este ser de agua.

Se auguran cambios, pero seamos realistas en qué año no se repite lo mismo. La verdad, el punto favorable de esta celebración es que si uno ya había tirado la toalla con los propósitos del 2012, hay una nueva oportunidad para llevarlos a cabo. Ahora sí, retome el buen camino y pídale a san dragón de agua que le de fuerza suficiente para embestir a los demonios de la glotonería, la flojera, el descuido, etc. que se presenten en nuestra vida diaria.

En caso de que este inicio de año chino también pase sin pena ni gloria, no se preocupe. El año judío también es otra opción. Sólo hay un pequeño inconveniente, éste es casi a fin de año y pues volvemos a empezar.

Se da cuenta? Pretextos para no hacer nada hay muchos, fuerza de voluntad muy poca. Por qué no empezar bien el día de hoy sin esperar un nuevo año, una luna especial o la divina gracia?

Por lo pronto haré lo propio y... Que san wichito me agarre confesada.
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