lunes, 18 de abril de 2016

Amistad y redes sociales

Hace tiempo durante una de nuestra pláticas mi madre me dijo "hay que fomentar la amistad" y es cierto, y también creo que en estos días de redes sociales nos sentimos más solos que antes. 

Últimamente me siento alejada de mis amigos "cercanos". ¿La razón? No los busco por whatsapp ni los busco en Facebook, los llevo presente en mi mente, si algo leo/veo se los comparto. No los busco 24/7 ni siento que mi obligación sea hablarles a diario o saber de ellos a cada segundo. Sin embargo hay quien de cierta forma me ha hecho saber que un saludo a la semana por mi parte no le caería mal. Aunque pensándolo bien, yo debería recibir lo mismo ¿no?

Yo me pregunto entonces ¿cómo era que me hacía de amigos antes de todas estas cosas digitales? ¿Cómo debo adaptar(me) a las nuevas amistades on line?

Mis amigas más entrañables son aquellas que conocí de niña, con las que crecí. Recuerdo que no necesitábamos hablarnos a diario porque nos veíamos en la escuela y durante las vacaciones de verano ni nos acordábamos de nuestra existencia. Al regreso a clases volvíamos a las andadas y al chal nuestro de cada día. Cuando cambiamos de grado nos llamábamos por teléfono de vez en cuando, sabíamos que allí estábamos. 

Con ellas llevo una relación de esas en las que sabes que puede pasar mucho tiempo sin saber la una de la otra pero que en el momento en que las necesites allí estarán para ti y viceversa. 

Son de esas relaciones que tienen picos, una temporada estás muy unida a ellas, otra estás ausente. De pronto vuelves a estar muy cerca de ellas y otras más muy alejada, así por muchos años y la amistad permanece, a veces siento que se fortalece. Extrañarse funciona, te hace valorar lo que tienes y lo que recibes.

En cuanto a las que son por internet he descubierto varias cosas. Algunas son frías; aún si el trato es diario, no significa que sean relaciones "con contenido". Se vuelven superficiales, sin embargo generan cierta adicción, el morbo en su total expresión. 

Otras, en cambio, se vuelven de cierta forma indispensables, el grado de confianza es mucho mayor, la empatía al otro lado de la pantalla pudiera presentarnos a nuestra alma gemela, a nuestra persona. 

Aquí las palabras juegan un punto muy importante, estas pueden interpretarse de tantas formas que cualquier comentario puede herir suceptibidades y romper el lazo afectivo a la menor provocación. Aquí todos pierden. Y una relación, ya sea virtual o física, no se forza. Por mucho empeño que se ponga, cuando algo ya no funciona no queda más que decir adiós.

Entonces ¿cómo hacer para conservar amistades? ¿cómo fomentar la amistad sin tener que estar pegada al teléfono todo el santo día pero tampoco como para que esa persona se sienta abandonada? ¿se puede llamar amistad a eso?

Vernos, apapacharnos, tenernos cerca es algo básico en nuestras necesidades afectivas ¿se puede pensar que la disponibilidad en redes sociales sustituye al tacto? Si de por sí ya es muy difícil relacionarse en directo lo es aún más virtualmente.

Yo no creo que una amistad se fomente con estar disponibles 24/7 al contrario, de qué sirve platicar todo el santo día si realmente no hay un interés real por lo que sucede con tu interlocutor y viceversa, vaya al final del día de qué sirve echar chal por horas si ni siquiera te interesas por saber si él/ella está bien. Sin embargo esa misma disponibilidad nos acerca a momentos más personales con quien entablamos esa conversación.

Para algunas situaciones definitivamente acercan las redes sociales, para otras simplemente son un tamiz para conocer a los que nos rodean. Por mi parte creo que debo darme tiempo para fomentar tanto a mis amistades on line y aún más a las físicas. 

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