jueves, 13 de diciembre de 2007

Del tarot y otras cuestiones

-Hay un hombre moreno en tu vida, al parecer le gustas...se interesa por tí. Hay una mujer blanca que quiere quitártelo. Cuidado... -¿Hombre moreno? ¿Será el amor en curso?, ¿mujer blanca? chale, en este país todas son morenas, incluso mis amigas...¿quién será? Cual comercial de Madame Zazú, así fue mi diagnóstico la primera vez que alguien intentó leerme las cartas. Era la época de la secundaria. En mi cabeza rondaban Candy y los Take That, el amor en curso y querer robarle un beso. Lo demás no me importaba. Sin embargo ese día "Lupita", se hacía llamar la astróloga de tercero, nos quiso impresionar con su habilidad en las artes ocultas. La verdad a mí no me convenció.

Luego al paso de los años llegó el trabajo, las buenas relaciones y una pasante de psicología cuya habilidad para leer las firmas de cuanto incauto se dejó (incluyéndome) nos dejó medio sorprendidos.

Recuerdo bien el día en que en un papel estampé mi rúbrica. Ella la miró, la sintió, la estudió. Lentamente pasaba sus dedos por ella asimilando los relieves que el trazo de mi mano había dejado impreso. -Eres muy posesiva, te gusta reír pero no das rienda suelta a tus sentimientos. Los escondes. Le dio vuelta a la hoja, volvió a pasar los dedos y siguió con el diagnóstico. -Eres una persona que sabe lo que quieres, te esfuerzas por ello. Eres muy perspicaz y no quitas el dedo del renglón hasta que consigues tus objetivos. -¡Vaya! no pensé que unas cuantas líneas pudieran decir tanto de mí, exclamé. -Proteges a alguien. No quieres que nada lo(la) toque. Antepones la felicidad de tus seres queridos antes que la tuya. ¡Demonios! estoy jodida. Ahora resulta que soy sobreprotectora. Giro mi cabeza y una de mis amigas asiente y su boca exclama: Tu hermana. No me vas a negar que ella es a quién proteges. -¿Ella? No creo, digo sí la quiero pero no es para tanto. -Acéptalo Pily, ella hace contigo lo que quiere. Bueno tanto así como hacer lo que quiere pues no, pero de que la protejo... ni cómo negarlo. Así se me enseñó, así lo quiero.

Un giro más al papel y la conclusión: Eres más corazón que mente. ¡Toing...! De verdad que ni el mejor psicoanalista para que, en un dos por tres, me sacaran mis trapitos al sol. En ese momento decidía hacer varios cambios en mi vida, aprovechar mis debilidades para hacerlas mis fortalezas... ¡porque soy mujer! cuando de repente, un comentario me baja de las nubes. -No sé de grafología, me gusta, he leído algunos libros, me he aprendido los términos y eso es lo que concluyo con lo que te voy a decir, le decía la autora de mi casi cambio emocional a la siguiente víctima. Decidí ser yo sin destinos de por medio.

Otro día, la misma psicóloga decidió emocionarnos con su audacia para leer las líneas de la mano. ¡Ja! Esta vez no cedería y ni los astros ni mis manos jugarían con mi mente, con mis ilusiones, vaya no estaba de humor.

Las incautas pasaron por ella. Vidas nuevas, vidas viejas, poco tiempo en la tierra, etc. iban siendo los presagios. -¡Ándale, Pily! Deja que te lean la mano y ya comparamos con lo que nos dijo a nosotros... Media hora de ruegos después cedí ante la presión de 11 mujeres "quesque trabajando".

Con la espada desenvainada y mi escepticismo de por medio le extendí mi mano y dijo: -Tienes alguien que te cuida, llámalo abuelo, abuela, ángel de la guarda... pero es alguien muy grande, se siente ese gran amor. No es por nada pero me dejó fría, por aquí había acertado. Alguna vez he sentido ese gran amor y no puedo atribuírselo a nadie más que a Dios. Sí, mi querido lector, con toda esta "testa" loca, reconozco que hay un Dios y me considero bendita por él. Nunca pensé que se reflejara en la palma de mi mano. Y peor aún, que fuí la única a la que le dijeron este tipo de cosas. Aquí fue cuando empecé a dudar si quería continuar con el jueguito o no. Me dio miedo. Esta semi pitonisa siguió leyendo mientras yo instintivamente retraía mi mano para protegerla. -No me vaya a hacer mal de ojo, pensaba.

Luego vino la línea de la vida. Vivirás poco, dedujo. En un momento tendrás que decidir muchas cosas, todo se te va a juntar y la decisión que tomes cambiará el rumbo de tu vida. Cerró mi mano y en mi puño auguró dos hijos. Bueno, uno sí es seguro, el otro no se ve claro. ¿Cómo que no se ve claro? ¿Acaso será un aborto? ¿Lo querré pero no lo querré? Cada palabra me confundía más y, lejos de convencerme sus palabras eran puestas en tela de juicio letra por letra.

Ni dinero, ni amor, sólo una buena estrella, finalizó. Dejé el lugar y me acomodé en mi oficina. Tomé el jabón y me fuí al baño a lavarme las manos. Volví a analizar sus palabras y la risa me ganó.

En estos días me ha dado por consultar mi horóscopo. Algunos días acierta situaciones en las que estoy viviendo, la mayoría de las veces me resulta indiferente. Es cierto que todo lo esotérico causa curiosidad y la mía me ha llevado a experimentarlo de esta manera. Nunca he pasado una mala experiencia por ello, cosa que agradezco.

Hoy sé que no me gustaría saber cuál es el final de la película y mucho menos las atrocidades que pude tener en una de mis vidas pasadas. Mi destino es under construction y si un día decido predecirme algo, bastará con echar un vistazo a lo que he sembrado para saber qué y cómo lo cosecharé... ¿Quiero días con suerte? No hace falta más que mirarme en tus ojos para tenerlos.

8 comentarios:

Iliana dijo...

Yo también he caído en la tentación de que me lean las manos y el tarot. La mayoría de las veces ha ganado la fanfarronería y en una sola ocasión siento que sí le atinaron. Era una alumna mía y sólo me pidió un pago simbólico. También mus gustaría ver cómo termina la película pero como dices está bajo construcción, yo creo que es lo más emocionante, ¿no?

Miss Neumann dijo...

yo la neta como que no creo en nada de eso, me he leido de todo y como que nomas le "atinan" a lo obvio, no me han dicho nada que suceda.

yo ya debería de estar casada y con hijos, segun todos ellos!

Zereth dijo...

Diableca, soy escéptica y pues hasta no verte Jesús mío.

Creo en el destino como un puerto al cual llegar, no como un camino trazado. Así que siempre tú podrás decidir hacia donde dirigirte, y que las circunstancias jueguen su parte a favor y en contra.

Saludos

Cofradía dijo...

Yo no creo en esas pitonisas, ni en el horoscopo ... pero no puedo negarte que hace unos años alguien me predijo que viviria hasta cierta edad, moriría joven, desde que me detectaron cierta enfermedad ... cada día recuerdo las palabras de aquella mujer.

la brava dijo...

Reconozco que no creo en absoluto en el tarot u otros tipos de adivinación que me parecen puro cuento, y eso que mi suegra se dedica a ese campo, es vidente, y la consulta llena.
A mi solo me preguntó una vez que si queria que le leyera el futuro, no gracias, que el destino me soprenda con lo que me toca, si es buena la cosa doble alegria y si es mala, lo sufrire cuando me llegue y no meses o años antes, esas cosas me dan un yuyu...Mejor no.

RGalindez dijo...

Tocaste un punto muy importante, la existencia de Dios. Yo pienso que la fe es el elemento clave para el futuro.
No creo en el destino, sino en el libre albedrío, en la capacidad de construir la vida con las decisiones que se toman a cada instante, creo en la ayuda divina que fortalece la búsqueda, y si no se encuentra, es que no era para uno.

Cl@udette dijo...

HASTA EL DIA DE HOY, HE PREFERIDO VIVIR LA VIDA DIA CON DIA....ESO DEL TAROT, LA LECTURA DE MANOS Y COSAS SIMILARES COMO QUE ME INSPIRAN CIERTO MISTERIO Y MIEDILLO....ASI QUE TRATO DE MANTENERME A DISTANCIA

SALUDOS

CLAUDETTE

Anónimo dijo...

2ª intento...
HOLA ME GUSTA EL CINE HINDU, ESPECIALMENTE VEER Y ZAARA, MANGAL PANDEY Y AHORA ESTOY AQUI.
PERO QUISIERA CONSEGUIRME DOS OJOS DOCE MANOS ( NOMBRE HINDU POR LO MENOS ) DEBERIAN RECOMENDAR ALGUNAS MAS. Y AVISAR DONDE SE COMPRAN EN CHILITO.
CRACIAS, FELICES FIESTAS .