miércoles, 13 de febrero de 2008

Museo Nómada


"Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará" Is 11:6

Como su nombre lo indica, me sentí nómada desde que comezé a recorrer las líneas tubulares por donde el camino está marcado antes de iniciar la fantasía. Pensé que sólo eran cien metros, estaba equivocada. Tuve que rodear la estructura completa y todavía serpentear al frente de Palacio Nacional antes de poder accesar al museo.

El lugar estaba inundado de gente. La hora hizo que muchos acudieran a la visita antes de regresar a casa, la hora del proletariado dirán algunos.

A la entrada la explicación, Gregory Colbert el protagonista. El mundo de gente esperaba que liberaran el paso para poder disfrutar. yo me pregunto ¿de verdad entenderán el concepto, de verdad entenderán al artista o por lo menos la exposición? No dodo que sí, pero muchas veces, con la prisa que la gente muestra en este tipo de exposiciones, aunado a la prisa que los mismos guardias de seguridad te imponen es difícil pensar que se pueda encontrar alguien a quien, como a mí, nos agrade tomarnos el tiempo para disfrutar hasta el más mínimo detalle.

Cuando por fin nos dieron el paso, decidí tomármelo con calma, no me importaría si me tenía que esperar a que todos se fueran, a que me regañaran por quedarme en una foto durante mucho tiempo, ese día disfrutaría como nunca a costa de quien fuera. Y al minuto sucedió, el oficial de la entrada se molestó porque me quedé leyendo acerca del artista. Uff pensé, sóo falta que me diga que lo puedo bajar de internet. De pronto un flashback y me sentí como en Bellas Artes el día de mi visita a la exposición de Frida Kahlo.

Al entrar a la gigantesca estructura de bambú, la música ambiental me produjo una sensación de paz, de contacto en mi interior. Extraña sensación en un lugar lleno de gente. Tanto a derecha como a izquierda las fotografías de elefantes, monos, águilas emprendiendo el vuelo y más. Unos metros más y una pantalla me daba la bienvenida. Una película me invitaba a escuchar la canción que las ballenas cantan, otra pantalla más me guiaba por las dunas del desierto abrazando a un chita y una tercera me mostraba cuánta belleza hay en el reino animal, cuánta belleza hay en este mundo y la sabiduría que se refleja en los ojos de un elefante cuando te miran el alma.

Aquí está el ciclo de la vida, de fuego a vida, de vida a muerte, de muerte a cenizas, de cenizas a nieve...aquí está la fe en el ser humano y en lo que lo rodea, en esta visita me encontré en las líneas marcadas en la piel de un elefante y mis sueños eran narrados por una ballena mientras cantaba. La noche de mi vida se veía repasada de la mano de un mono que leía acerca de mí en las páginas del libro de la vida.

Ya habían pasado 3 horas y mi recorrido finalizaba. al salir pensé en adquirir un souvenir de la exposición. Mis manos no se fueron vacías. Mi corazón se fue rebozante de vida.



9 comentarios:

Iliana dijo...

Hola, no he ido a la exposición pero las fotografías que he visto en el periódico e internet me hacen pensar que son un montaje, aunque por ahí leí una entrevista con el fotógrafo en donde decía que no, que no eran montaje... pues no sé pero algunas fotos me lo parecen.
3 horas en la exposición?!!! Se ve que lo disfrutaste, saludos :-)

Anónimo dijo...

Buena reseña, salvo la parte discriminatoria y elitista del principio en el que juzgas "si alguien ademas de ti, tendría la capacidad de admirar la expo" ¿¿¿????

Creo que también el proletariado podemos y sabemos disfrutar del arte mas allá de tus prejuicios, que se develan en este post y en el de la estación e radio en el micro.

Vive y deja vivir, así serás mas feliz!!

Cometa dijo...

No he ido... y tengo muchas ganas de ir con alguien que los disfrute (omito a mi compañero de vida que no suele disfrutar nada de ese tipo) asi que un dia me pondre mis traje de turista, tomare mi metro taxqueña-zocalo. Y disfrutare del espectaculo que con tanto agrado acabas de describir.

Gracias ;)

Cometina in the rocks ;)

Cl@udette dijo...

Una excelente reseña de todo aquello que te hizo disfrutar de una buena exposicion...ejem claro podemos omitir el clasico guardia nefasto...pero de ahi en fuera creo que vale realmente la pena todo el recorrido

Saludos

Zereth dijo...

Pilarica, gracias por la recomendación-reseña, aunque dudo poder asistir, me alegra que la hayas disfrutado, en lo que cabe, es cierto que los museos y espacios artísticos deberían poder visitarse con calma, pero aún con el horario limitado, filas inmensas, inconvenientes climáticos y necesidades corporales, pues lo que se aprecie es bienvenido. La cd donde vives goza de una gran oferta cultural y da gusto saber que es aprovechada, ¡que alegría las exposiciones de arte se sigan llenando!
Entiendo el comentario que te hicieron allá arriba, pues sí, se leyó un poco presuntuoso, jeje aunque podría intuir que no lo has escrito como si tú te autoproclamaras una autoridad en la materia. Mucha gente puede (aún sin pretenderlo demasiado) apreciar el arte, porque la belleza de éste radica precisamente en la subjetividad.Si comprenden al artista? no creo que eso sea motivo de preocupación, vaya, el arte adquiere muchas formas e interpretaciones en cada persona porque cada quién lo vive a su manera.

Besos

RGalindez dijo...

Que buena reseña, nada discriminatoria, por cierto. Ya me dieron más ganas de ir.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias a escritos como estos nos permiten transportanos de un lugar a otro y sentir que estamos ahi mismo disfrutando de una imagen.

Nuevamente gracias por compartir esta experincia y transmitirnos tus sentimientos y sensaciones.

Unknown dijo...

Las letras por si solas, no van más allá del abecedario, una vez ordenadas por la cabeza que del que sabe hacerlo, pueden moverte de tu asiento y llevarte a rincones de ensueño, gracias por la visión compartida.

PD. Creo que el “no dudo que si” después de las interrogaciones aclaran el punto del racismo

Ricardo Arce dijo...

Quiero ir.

(me sigues debiendo un libro).