sábado, 26 de diciembre de 2009

¿Feliz Navidad?

Lo he pensado siempre: la única razón por la que me gusta la navidad es que la ciudad es un mar en calma. Claro, no sucede lo mismo en los centros comerciales y tiendas departamentales, pero si uno no tiene la más mínima necesidad de aparecerse por ahí, puede disfrutar a sus anchas de avenidas tranquilas, varios decibeles menos de ruido... ah, en verdad es un placer.

Y los bemoles aparecieron justo ayer cuando fuí al super. Mi señora madre se formó en una caja que tenía un letrero enorme que decía "Caja para personas de la 3ra edad y mujeres embarazadas". El señor que estaba formado adelante de ella, parecía tener 35 y eso sí, como medio kinder por hijos. Llegué a la conclusión de que si a su edad ya se sentía viejo, qué sería de él cuando en verdad lo fuera. A esto añadí que yo soy una persona que no se fija en los letreros grandes, seguramente no ví las letras chiquitas de la gran cartulina donde, además de personas mayores y mujeres embarazadas, la caja estaba destinada a padres con un montonal de hijos que no los dejan comprar a gusto.

No dije nada, pero lo pensé. Cuando llegó el turno de mi mamá, le pregunté al cajero por qué él no hacía la aclaración correspondiente a las personas que no cumplían con los requisitos y que trataban de aprovecharse de una caja semi vacía. Por supuesto el chico se quedó de a 6 y la señora que estaba formada atrás de mi mamá se colgó rápidamente el saco y exclamó un "qué hueva" cuando escuchó mi comentario. Yo ni siquiera había notado sus cuarenta y tantos hasta que se ofendió.

El cajero repuesto de la pregunta me dijo que cuando el super está muy concurrido no pueden darse el lujo de ser selectivos. Claro, tonta de mí que no vió las inmensas filas en las demás cajas (ric,ric,ric)... y yo quejándome en una tan vacía. Eso sí, era deleitada con el navidad, navidad, hoy es navidad, que entonaba la siguiente en la fila como queriendo calmar sus nervios.

La señora volvió a mirarme muy enfadada y me deseó una feliz navidad ah y por supuesto, me dijo que no fuera grinch. Eso me saco por preguntona.

¿De plano estoy neurótica? ¿me puedo considerar una persona mentalmente inestable sólo por querer que la gente respete o se haga lo correcto? En fin, creo que tenía razón la susodicha... me he vuelto toda una grinch.

1 comentario:

Zereth dijo...

El respeto hacia los demás es algo de lo que mucha gente carece, porqe viven en una dinámica de saciar sus necesidades bajo argumentos primitivos, como es el pasar por encima de todos, sin reparar en lo nocivos que pueden resultar.