jueves, 15 de mayo de 2008

Al maestro con cariño

Dicen que te estás muriendo, que tu luz se está apagando... cuando lo supe un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Son pocas las personas que a lo largo de nuestra vida nos dejan una huella. Tú no solamente la dejaste con tu enseñanza, con tus conocimientos sobre la lectura, con la magia que le imprimías a tus cátedras... nunca me cansaré de repetir que fue, gracias a tí, que mis letras siguen cobrando vida cada vez que rememoro tu voz pausada, tu calma al leer las de aquellos que con fervor seguíamos tus clases.

Dicen que preferiste no volver a la escuela, que prefieres la soledad. Yo no olvidaré tus ojos el día que fue la entrega de diplomas de nuestra generación... Algo en tu mirada expresaba más que orgullo. No lo niegues, te encariñaste con nosotros... fueron muchos tus favoritos.

Yo digo que eres y serás mi favorito. Que nunca me alcanzarán las palabras (escritas o habladas) para darte las gracias por aparecer en mi vida, por contagiarme de vida cada vez que una página en blanco se muestra ante mí.

Gracias maestro, gracias Acuña.

4 comentarios:

Zereth dijo...

Es una fortuna conocer gente que te inspira, pero no solo eso, sino que también tiene la manera de enseñarte y te abre las puertas a desarrollar tus propias habilidades.


Besos a Acuña

Cometa dijo...

Hay maestros que enseñan, algunos que lo intentan y otros mas que tocan la vida!

Que orgullo haber conocido uno asi

Cometa

Anónimo dijo...

UFFFFFFFF, mejor homenaje para Don José Antonio Acuña Pérez no lo concibo. Es una lástima su ausencia en las aulas acatlecas, debería ver más Acuñas que otros profes que no viene al caso nombrar.

Saludos

la brava dijo...

Los maestros pasan gran parte de nuestra vida con nosotros cuando somos niños y pueden llegar a ser personas muy influyentes aparte de dejar un recuerdo lleno de cariño, en otras casos puede ser de lo más desagradable segun te toque...te educan, te enseñan, y hasta te orientan en un futuro, yo tengo muy buenos recuerdos de uno en concreto profesor de historia y sociales, era un tio estupendo, y sigo encontrandomelo por la calle de vez en cuando y me da una alegria tremenda cuando se me acerca y me dice: Plazas, cómo estamos?.
Bonito mensaje el que has dejado niña.