lunes, 27 de julio de 2009

¡Chelas!













Es domingo de futbol, en la casa o el lugar dispuesto, todo está listo para disfrutar del encuentro. Sobre la mesa de la sala están la botana, las salsas, el queso, ¿Y de beber? ¡Chelas!

Se organiza la reunión con los cuates de la oficina. Dos llamadas para confirmar o un mail poniendo en duda la preferencia sexual de uno de los asistentes con tal de que se anime a ir y listo. La cita, el ambiente (aunque todos sean bugas), las alitas Chernobil, ¿Y de beber? ¡Chelas!

Las amigas andan a tono, las emociones a flor de piel. ¡Yo pongo mi casa! Todas dicen que sí y hacen la coperacha, algo barato pero que no nos haga perder el estilo. Llegan a un Oxxo y lo primero que piden...¡Chelas!

Siempre habrá un pretexto para comprar cerveza, para disfrutarla "bien helodia o casi muerta".

Quien diga que beber whisky es lo máximo y más si es de una sola malta (ejem, abeto), permítame decirle que la cerveza también se equipara, es más, lo supera.

Profundizando en la manufactura de la cerveza, encontraremos que sin la flor de lúpulo, usada en el proceso de ebullición, el Wort o masa en ebullición podría usarse para destilar whisky... Para que me entienda no es nada complicado, brínquese un paso y obtiene whisky, agregue flores y obtiene cerveza, interesante ¿no?

Además del magnífico proceso de elaboración, el arte de tomar cerveza también lo constituye el maridaje. Esta bebida es buena compañera con casi toda la comida pero si de refinar el gusto se trata, se recomienda cerveza oscura con carnes rojas, por ejemplo.

Beber de este extracto de la cebada se puede mezclar con lo que a usted más le plazca. La variante más famosa es con limón y sal en un tarro escarchado; algunos más intrépidos le agregan jugo maggi y hasta salsa tabasco.

En México el consumo de cerveza es alto principalmente en la costa. Ahí, dicen, no se siente tanto calor si se toma una bien fría.

Y así como hay diferencia entre una michelada, una chelada y una cubana, tenga cuidado a la hora de pedirla. En algunos estados del país invierten los nombres. Aquí le pongo la lista, que, con mucho sacrificio he venido acuñando gracias a la experiencia obtenida en algunas travesías y enriquecida con la colaboración de algunos amigos.

En Mérida y Veracruz: Chelada es con limón y sal, michelada con jugo maggi.

En el DF: Al pan, pan y a la michelada con limón y sal, cubana con jugo maggi.

En Morelos: Michelada va con salsa, la Cubana es limón y sal.

En Guadalajara: Michelada con salsa, Chelada normal

En Oaxaca: fíjese usted, ésta es la más interesante. Un suero es cerveza limón y sal (definitivamente tienen toda la razón), una michelada es con salsa, limón y sal.


¿Aprendió? No se preocupe, use esta lista como tumba burros en su próximo viaje que, al ordenar su bebida preferida, además de disfrutarla le encontrará un nuevo sentido a su existencia.

En sus terruños ¿cómo la pide?

2 comentarios:

Cl@udette dijo...

Pilarica........me agarraras a coscorrones, pero no tomo alcohol..... cero, ni una sola bebida etilica, soy de agua de horchata o de naranja jajajaj asi que si me invitas a ver futbol yo llevo las papas o la pizza, pero de tomar mejor te dejo a ti la elección =D

muy buen post, muy cultural

Besos

Zereth dijo...

A mí me gusta la cerveza oscura, el resto ni para marinar carnes.


:D

Besos