lunes, 10 de agosto de 2009

Quiniela!

Mi abuelo era fanático del futbol. Su equipo el América. Yo no podía hacer nada al respecto en cuanto a su fidelidad amarilla lo que me parecía loable es que nunca le vi un jersey, una gorra, una toalla o un aguilucho como señal inequívoca de su afición, al contrario, sabíamos de ella porque la pregonaba mas no por ser parte de la fanaticada.

Aunada a su emoción dominguera de medio día, nos gustaba sentarnos a ver los partidos, sobretodo el América-Pumas. La experiencia contra los estudiantes, decía. A mi águilas no hay quien les gane. Cuando perdía su equipo, reconocía la derrota y mencionaba lo bien que jugaba el mío. Ah viejo, ¡cómo te extraño!

Lo que nunca se me va a olvidar es la precisión con que atinaba los marcadores de los partidos por jugarse. Yo pensaba un día me voy a traer un papelito, le voy a preguntar los marcadores y voy a meter una quiniela. Si ganamos, me lo llevo de paseo, si no ganamos voy a corroborar la efectividad de sus predicciones.

A mí también me gusta el futbol, me encanta sacar el estrés gritando y apoyando a mi equipo. Eso sí, la mayoría de las veces acierto el resultado pero no con la certeza con que él lo hacía.

El tiempo pasó, mi abuelo ya no está y hace unas semanas finalmente me decidí a jugar una quiniela. ahí estaba yo marcando entre local, visitante y empate. El dicho de "afortunado en el juego, desafortunado en el amor" rondaba mi cabeza. En ese instante pensaba, no sean malitos queridos míos, ódienme un ratito con tal de que pegue la quiniela. Mire mi planilla tachada y pensé en mi viejo: Va por tí, negrito.

Llegó el lunes y mi madre me acompañó por los resultados. Sinceramente esperaba tener 2 aciertos de los 14 marcados. Durante el fin de semana no me había preocupado por buscar los resultados pues bien sé que soy desafortunada en el juego, el cariño se siente.

Y así fue, después que me confirmaron que mi boleta no era ganadora, no me quise quedar con la espinita de saber cuántos aciertos había obtenido. Fueron 5 en total. No me desilusioné, al contrario me ganó la risa.

El siguiente miércoles volvimos al lugar y llené nuevamente otra boleta. ¿Los resultados? no me he molestado en revisar, lo que sí se es que esto se puede volver adictivo y que era listo mi viejo cuando prefería saberse sabio y no millonario.

5 comentarios:

Zereth dijo...

Uy pilarica, creo que sí es adictivo, jeje pero si en un día le atinas, espero que alcance para un tour por NY, estaré feliz de acompañarte y despilfarrar ese dinero, jajaja.

Besos

Cl@udette dijo...

Pues dicen que puede volverse adictivo....pero pues nada se pierde si chance un día se gana algo =D, que es más rico saberse querido que millonario ;)

Besos

Yukino dijo...

Hola,
Hace no mucho di con tu blog y me parece bastante divertido e interesante.
Experiencia en el juego tengo muy poca, a decir verdad mi vicio pasajero, los videojuegos. Mi vicio permanente la lectura.
Y aunque no está nada mal eso de "es más rico saberse querido que millonario", al paso que vamos, se podrían hacer algunos sacrificios y odiarse un ratito, sólo para salir del atolladero :S, ni tanto... Un buen amigo no se cambia.
Saludos.

Pilar Nieto dijo...

Zereth: Sólo en NY? no diableca... habrá que planear muy bien el tour

Claudette:Por eso prevengo desde ahorita... nada de adicciones no le hacen bien a nadie... y eso de sentir rico saberse querido... bueno, los millones no caen nada mal

Yukino: Bienvenida a este café!!! Es cierto, a veces para salir del paso sería bueno quedarse sin tanto cariño no? Pero el dinero fácil así como viene, se va. Es lo malo del ying y el yang de la vida

Saludos!

Pily

Alejandra dijo...

Muy inteligente tu abuelito!!
Yo jamas he jugado a nada de eso , bueno, al fut si jeje

Te mando un abrazo