lunes, 17 de agosto de 2009

Una de asaltos.

A mi hermana le parece inverosímil que un asalto pueda ocurrir a plena luz del día y mucho menos probable que fuera a bordo de un microbús o un coelctivo, hasta que le sucedió. Ese día eran dos los que abordaron el transporte, pagaron su pasaje y en cuestión de minutos "basculeaban" a los pasajeros. De ella obtuvieron su celular y su bolsa de maquillaje. Era tanto el nervio que no vió qué era lo entregado.

Elamorquetengo y yo veníamos platicando de los planes restantes para la tarde. El cine sonaba muy bien, la selección de película la hicimos en el camino al cine. El internet en el celular nos saca de apuros en muchas ocasiones.

Por un momento, mi acompañante quiso verificar un último detalle, sacó nuevamente el teléfono y en ese instante se abrió la puerta de la combi. Un muchacho le decía algo al conductor, no entendí sus palabras, hablaba fuerte, sin embargo pensé que sería un "checador" o algún conocido hasta que le órdenó al chofer mantener una mano en el volante y otra donde la pueda ver. No voltees, te puedo partir tu madre, no me espejees. Ahora sí, dame tu cartera, dame tu celular. No hagan nada...

No alcancé a ver si traía pistola o algo en las manos, sólo ví su pie atrancando la puerta. Al amorquetengo y a otras dos personas les arrebataron el celular. El tipo se dirigió al chofer diciéndole que se fuera muy despacio y que no intentara nada, o que si quería podía permanecer estacionado allí que él no iba a conseguir nada. Acto seguido quitó su pie de la puerta y echó a correr al puente peatonal cercano.

El chofer cerró la puerta, hizo coraje diciéndo me lo imaginé y poco a poco comenzó a avanzar. El asaltante nos veía alejarnos desde las escaleras del puente. Afortunadamente nadie salió golpeado y solo el susto nos quedó.

Como mucha gente en esta ciudad, hemos sido testigos y participantes de actos vandálicos. Es indignante la forma en que la juventud de nuestra ciudad ha encontrado un modus vivendi a través del robo a mano armada. ¿Las causas? son muchas para ennumerarlas.

Y da aún más tristeza que las autoridades de primera instancia, como los policías de tránsito, no pongan un poco de su parte cuando un ciudadano se acerca para pedirles ayuda. Varias veces me ha tocado ver policías de guardia en estado de ebriedad o dándole la razón a quien no lo tiene sobretodo cuando es una pelea entre un servidor público y una usuaria.

Es horrible vivir con miedo... me pregunto ¿al asaltante lo habrán robado con la misma violencia con que él lo hace? ¿alguna vez lo habrán golpeado hasta el cansancio para quitarle, no sé, veinte pesos? Me gustaría que esa gente fuera medida con la misma moneda. Aunque es tan irónica la vida que estoy segura le aprendería la técnica en lugar de escarmentar.

De Salida...

Mi li'l sis va llegando a casa. Su novio le llamó desde el microbús; los asaltaron. Ella está alterada no sabe qué ocurrió pero está segura que a él sí le hicieron algo. Escuchó a uno de los maleantes dirigirse a él y amenazarlo con golpearlo si no entregaba sus pertenencias.

...Ya logró comunicarse con él. Lo golpearon en la cara con la pistola. Afortunadamente no pasó a mayores.


¿Hasta cuándo?

1 comentario:

Neftali dijo...

Bueno es verdad y hasta indignante la forma en que ya despues de que los agarran y se quesque "reavilitan" por que no voy a decir que salen del "bote" mejor y los que ya no lo vuelven a hacer se suben a los microbuses a decir que "Es mejor pedir que andar robando" osea si no me estubieses pidiendo me estarias... bueno lo dicen con un sinismo como si no pudiesen trabajar o que onda, no se puede asi.