miércoles, 4 de noviembre de 2009

¡No nos hágamos tarugos!

No, no leyó usted mal... esa frase la dijo alguien en una película mexicana hace muchos años.

Y así como el español, o el "mexicano" como lo llaman los extranjeros, se ha venido a menos con tanto uso y deshuso del lenguaje, así mismo los valores morales, éticos, etc.

El domingo veía "La Academia" y no por gusto. Me llamó muchísimo la atención el programa porque a uno de los alumnos lo regañaron pues había mentido sobre su identidad. Durante la semana declaró no ser quien decía, haber entrado al reality show bajo el nombre de otra persona así como usando un acta de nacimiento falsa, pero eso sí, lo hizo porque el show es su sueño, que nunca había imaginado llegar tan lejos.

Todo transcurría en pleno drama, que si se queda, que si no se queda, que era una persona mentirosa y ¡claro que lo es! además de estar comentiendo un delito... pero es justo en este punto donde la directora de la Academia decide defenderlo haciendo alarde del talento del participante.

Ella dijo que debería permanecer en el show puesto que su talento es algo digno de reconocer... Pero también es algo digno de reconocer la mentira ¿no? Bonito mensaje para millones de televidentes.

De igual forma en otro reality, pero de Televisa, en donde el fin es encontrar a la pareja ideal, se dió a conocer que dos participante ya tenían un compromiso antes de comenzar el programa incumpliendo con el requisito principal.

Ahora pues, ¿qué clase de televisión vemos? Y digo, no es que apenas me de cuenta, pero la verdad es que cada vez está peor el asunto. Es conocido por todos que los programas son una basura, que no tienen nada constructivo... pero ¡que no vengan a terminar de deformar los valores que poca gente tiene a conservar!

En nuestro país hay poquísima gente que todavía inculca la verdad,el respeto ajeno, las buenas costumbres... ¿que los directores de las televisoras no se dan cuenta hasta dónde llega el mensaje entre líneas que mandan a los televidentes? ¿o lo notan y no hacen nada al respecto?

Estamos permitiendo que la mentira, el engaño, la corrupción ya sean tema de todos los días ¿por qué permitirlo?

Supuestamente las televisoras lanzan un programa de calidad cada año para pedir la opinión del televidente... ¿de verdad se refleja lo que la gente quiere ver? ¿ese tipo de manipulación es lo que se pide?

Señores Salinas y Azcárraga, sus hijos algún día podrían tener acceso a la televisión pública... ¿no les da miedo pensar que pudieran hacerse fans de Patito o de Las divinas? ¡Oh my God! Bonitos se van a ver comprando el uniforme de RBD para su hija o imagínese usted, comiendo en el restaurante de moda y que el celular de su retoño suene a ritmo del osito gominola... ¡qué oso!

Por su bien, por el nuestro... hay muchas cosas que cambiar en nuestro país, empezando por el "entretenimiento"... urge comenzar ya!

3 comentarios:

Neftali dijo...

asco, verdadero asco me da la television en México, copiamos lo peor de la sociedad Anglosajona, pero en lo que no hay que hacernos tarugos es que si nos dicen que existe el elefante rosa, nos lo creemos, creo que debemos hacer algo en nuestra sociedad, hay bastantes personas que creen lo mismo que tu, me uno, hay que hacer algo en contra de toda esta basura televisiva.

saludos.

Zereth dijo...

Lo único que les interesa es el show, el cual está basado en el sentimentalismo. De valores, pues ni hablamos, ya no solo en que lejos de ser un concurso de habilidades artísticas, siempre la estrella del espectáculo es quien logre fingir mejor la lágrima.


Besos

Rocío dijo...

Yo escuche sobre el lio del segundo reality que mencionas e inclusive hubo una parte en la que los concursantes o enamorados hombres pasaban ante ella y le giraban el rostro como muestra de su desprecio. En el caso del chico, al parecer no sucedio lo mismo y pues la chica luego se pasa al bando de las enamoradas. Hasta ese punto me dije a mi misma: Menuda producción! tanto lio pero eso vende y ellos lo explotan. Es que la dinámica de los realities es ese; en el caso particular, al suelo los derechos de la mujer conseguidos con tanto esfuerzo y tiempo.
Ahora, admito que me gustan los realities pero a veces llegan a límites que me hacen cambiar de canal. Prefiero aquellos de aventura-concurso mismo Amazing Race.
Saludos.