Mi Diablo Guardián*!

¿Qué sería de esta vida sin estos sueños que nos mantienen las ganas de seguir adelante? ¿Qué sería de mi existencia si dejara de escribir? Uff creo que pisé terreno peligroso.

Siempre me he considerado muy romántica, tenaz, soñadora, alguien que se conflictua demasiado a la hora de imprimir sus pensamientos.

Todo empezó en la secundaria cuando, por influencia de la televisión (sí, lo sé... no puedo negar la cruz de mi calvario ja ja ja), mis amigas y yo decidimos comenzar a escribir un diario. Sí, así fue cuando comencé a crearme ese mundo donde mi otro yo paciente, leía con atención todo lo que mi pluma marcaba en sus hojas. El paso del tiempo, nuevas actividades, nuevos amores, etc. me alejaron de su compañía.

Las cosas cambiaron junto con mi edad. La adolescencia hacía mella en mi vida y de reseñas diarias opté por escribirle al amor imposible que en ese momento anidaba en mi corazón. Sin embargo, la musa voló y la pluma calló.

El dígito cronológico cambió a 2 y la vida me topó con mi profesión. La pluma regresó a mi mano y, más por encargo que por motivación, volvió a trazar frases, ideas, conceptos.

Sin embargo llegaste tú mi Diablo Guardián. Volviste a mí con otra cara, con otro motivo. Llegaste a mí para hacerme entender que sin tí no me encuentro y no hallo mi razón de vivir.

Me encaminé a tí por seguir el ejemplo de cierta amistad con Demasiado Ego, sin embargo esta vez eres cómplice de mis encuentros y desencuentros, de mis causas y azares (aunque suene a Silvio). Ese eres tú, mi Guardián... tan inherente a mí como el aire al respirar...

Hay tantos Guardianes en nuestra vida, este es el mío ¿cuál es el tuyo?

*Diablo Guardián es una novela de Xavier Velasco.

De último minuto.

Ayer al Primo le dijeron que el lunes empieza en el taller de redacción del diario Reforma. Ufff, no le digan pero se le va a subir el ego cañón! jajajaa

El resto de la generación, nosotros pobres mortales, nos quedaremos como el chinito... Ni modo, habrá que pulir la redactada para la próxima convocatoria.